Hay días que empiezan grises, en los que el ánimo parece quedarse como un carro en “neutro”. Ese día era así: lento, pesado, sin mucho brillo. Pero ya yo sabía que tenía un plan que lo cambiaría todo.

Entré a mi lugar seguro, ese donde siempre me encuentro conmigo misma, y de repente la vida se iluminó en verde, rosa y neón, como los años 80. Figurella estaba irreconocible: cintas de cassette colgando, vinilos en las paredes, luces de colores y la música a todo volumen. En un segundo pasé de la calma silenciosa a escuchar:

🎵 “Wake Me Up Before You Go-Go” 🎵

Y, como si la canción me hubiera dado cuerda, el cansancio desapareció. No había espacio para estar aburrida y con cara fea: había coreografías improvisadas entre ejercicios, entrenadoras que parecían gimnastas y muchas risas. Esa es la magia de las fiestas en Figurella: ejercitas el cuerpo, sí, pero también la mente y el alma. Te desconectas del mundo y conectas con tu lado más feliz.

No les voy a mentir, hacer ejercicio con música ochentera es otro nivel. Entre un paso y otro, sentía que estaba en medio de la película de Grease o en uno de los bailes de Flashdance. Saltamos, nos movimos, hicimos nuestras rutinas con una sonrisa gigante porque ahí, en ese instante, no existía otra cosa más que el disfrute absoluto de mi momento.

Cada canción parecía un recordatorio de que la felicidad también se entrena. De que en Figurella no solo sudas: recargas energía y llenas el corazón de recuerdos bonitos.

Mi total 80s look 🙂

“Don’t Stop Believin’”: la magia de las fiestas en Figurella

Cuando pienso en esa fiesta de los 80, no recuerdo el cansancio con el que llegué ni la nostalgia del día. Recuerdo los colores, la música, los icónicos looks de las entrenadoras y demás chicas, las risas y esa sensación de haberme regalado algo solo para mí.

Porque las fiestas de Figurella son más que eventos temáticos:

  • Son pequeñas inyecciones de alegría.
  • Son rutinas que se sienten como juego.
  • Son momentos que te recuerdan que cuidar de ti puede ser divertido.

Esa tarde terminé agotada físicamente, pero emocionalmente recargada. Salí cantando “Girls Just Wanna Have Fun” como si fuera mi propio soundtrack de vida.

Y así es Figurella: un lugar donde hasta un día gris puede convertirse en un festival de colores, música y bienestar.

Y si quieren ver a las hermosas y fabulosas ganadoras de este maravilloso día, no se lo pierdan aquí https://www.instagram.com/p/DNWEWtMAdHB/?igsh=eTl3M2N3ZnU1aGdh