Si algo he descubierto en este proceso con Figurella es que la alimentación es la clave. No solo para ver resultados, sino para sentirme con energía, con buen ánimo y, sobre todo, en paz conmigo misma.
Antes, se me hacía dificilísimo seguir planes de alimentación. Siempre me parecía complicado, como que no eran para mí. Pero ahora es todo lo contrario: cuando como “mal” me siento fuera de mi ser. Me siento drenada, cansada y sin esa chispa que necesito para dar el todo por el todo en mi día. En cambio, cuando elijo cuidarme, mi cuerpo lo agradece, mi ánimo sube y hasta mi mente funciona mejor.
🥗 Planes hechos para cada una de nosotras
En Figurella entendí que alimentarse bien no tiene que ser aburrido ni imposible. Sus planes se ajustan a mis metas y necesidades, y siempre están pensados para que sea un hábito sostenible. A veces toca quitar algo, pero siempre hay un reemplazo que me hace entender que no se trata de dejar por dejar, sino de elegir lo que realmente me hace bien.
Lo mejor es que ya no lo vivo como un sacrificio, sino como un regalo que me doy. Hoy puedo decir que comer bonito es parte de mi vida, y cuando me salgo de ese camino, mi cuerpo me lo recuerda rápido.

🌟 El verdadero cambio está en cómo me siento
Más allá de los resultados físicos, lo que me enamora de este proceso es cómo me siento. Estar en sintonía con mi alimentación me da más ánimo, más energía y más amor propio. Es como si cada comida saludable me acercara a esa mejor versión que estoy construyendo.
💪🏼 En Figurella siempre vamos por más
Y eso es lo que me inspira de este lugar: aquí no solo moldeamos el cuerpo, sino que aprendemos a cuidarnos desde dentro hacia afuera. Creamos hábitos, celebramos cada logro y vamos juntas por más salud, más bienestar y más felicidad.
Porque sí, comer bonito es vivir bonito. Y hoy no me imagino mi vida de otra manera.